martes, 1 de febrero de 2011

El mito de Jesús el bonachón del que no mata ni una sola mosca

Estás totalmente equivocado si crees que Jesucristo era un debilucho de mano suave, como muchos de los artistas que lo han representado. Pero sin lugar a dudas era un poeta que hablaba acerca de las aves del cielo y los lirios del campo. Es cierto que era un narrador popular de historias, que sacaba enseñanzas de mujeres horneando el pan y de pescadores acarreando redes. También es verdad que era un apacible nazareno que sentaba a los niños en sus piernas y los hacia reír. Si, es cierto, fue un prisionero silencioso que estuvo en perfecta calma ante reyes y sufrió insultos y atropellos sin decir una sola palabra. Pero a pesar de todo esto Jesús era un hombre. Un carpintero con manos callosa. Un hombre acostumbrado a pasar largos periodos en el desierto. Un hombre que valientemente habló en contra de las autoridades corruptas llamándolas “sepulcros blanqueados”, “guías de ciegos” y “serpientes”.
La percepción común que se tiene de un Jesús sentimental, suave y afeminado es un mito. Él era cordial y humilde, pero esa cordialidad y humildad no significan la ausencia de fuerza sino una fuerza controlada. De acuerdo a los Evangelios, Jesús entró al templo en Jerusalén (quizá en más de una ocasión), para sacar a un gran grupo de comerciantes y cambistas deshonestos. Ni siquiera uno se atrevió a protestar o a contestar con indignación justa. Aún más, pesar de que había hecho algo por lo que pudo haber sido severamente castigado. Jesús se quedo ahí, no sólo para enseñar en las escaleras del templo sino,  como Marcos relata, para prevenir para que los cambistas regresaran. Jesús no trataba livianamente el mal, ni reaccionaba amablemente ante la hipocresía. No sonreía serena o débilmente.
Por supuesto que Jesús era un hombre que se sentaba cómodamente con niños en sus piernas, pero también era un hombre que se paraba inconmovible ante la presencia de sus enemigos.
Desarrollar tú poder para enfrentar el mito del Jesús que no mata ni una mosca con este ejercicio:
Lee Mateo 23: 1-39
“23:1 Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
23:2 En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.
23:3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; más no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.
23:4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
23:5 Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;
23:6 y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas,
23:7 y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.
23:8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.
23:9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.
23:10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
23:11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.
23:12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
23:13 Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.
23:14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.
23:15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.
23:16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor.
23:17 ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro?
23:18 También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor.
23:19 ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?
23:20 Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;
23:21 y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita;
23:22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él.
23:23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
23:24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!
23:25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
23:26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.
23:27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
23:28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
23:29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,
23:30 y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas.
23:31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
23:32 ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!
23:33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
23:34 Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;
23:35 para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar.
23:36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
23:37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!
23:38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta.
23:39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor”.
Puedes notar la fuerza y severidad de las palabras de Jesús ante los fariseos y maestros de la Ley,   y podrás darte cuenta que palabras usa para describirlos.

El mito de la Biblia de Hechos por Ficción. Mitos y leyendas.

Al querer defender la Biblia muchos e nosotros y nosotras se han enfrentado muchas opiniones como esta: “Seamos objetivos, no me digas que crees en el cuento de Jonás y la ballena y todo lo de caminar sobre el agua”, “Hay que ser realistas“,” La Biblia tiene su lugar dentro la religión y es ahí donde se debe quedar”.
Pero estos últimos años si nos damos cuenta muchos estudios de la Biblia han decidió que la misma es mejor que se la entienda como una recopilación del folklore religioso y leyendas. En otras palabras, están tratando de cambiar los hechos por ficción.
Tenemos que admitir que la Biblia relata historias muy extraordinarias. Algunas más como propagandas de Tv que como hechos históricos, como por ejemplo: Hombre camina sobre el agua. Con el almuerzo de un niño alimenta a miles de personas. Cinco pasos fáciles para convertir el agua en vino. Maestro galileo resucita después de tres días de muerto.
No importa que tan increíble suenen algunas historias bíblica, la gente que escribió estas cosas pretendió que sus relatos fueran entendidos no como mitos o leyendas, sino como hechos; muchos de los escritores del Nuevo Testamento sabían relatar sucesos extraordinarios les podía costar la vida. Hazte la siguiente pregunta: ¿Cuantas personas conoces que de todo corazón irían a la cárcel o hasta se dejaran ejecutar simplemente por no negar una leyenda?
Los escritores del Nuevo Testamento sabían que narrar historias acerca de una maestro resucitándose a si mismo de la muerte, o que cinco mil personas se alimentaron con dos pescados y cinco panes podía terminar con un pase directo al hospital psiquiátrico, a menos que hubiera otros testigos.
Lee lo que el apóstol Pablo proclamo frente a un rey llamado Agripa y un gobernador llamado Festo:
“26:24 Diciendo él estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo; las muchas letras te vuelven loco.
26:25 Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.
26:26 Pues el rey sabe estas cosas, delante de quien también hablo con toda confianza. Porque no pienso que ignora nada de esto; pues no se ha hecho esto en algún rincón”. 
Hechos 26: 24-26
Los sucesos que son narrados en la Biblia no fueron “hechos de un rincón” sino que muchísima gente los vio mientras sucedían, ya que gente confiable testifico por escrito la autenticidad de dichos acontecimientos y firmó su testimonio con sangre.
Pedro respondió acerca de los mitos y leyendas cuando escribió:
 “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fabulas artificiosa, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos se majestad”. 2 Pedro 1:16

El mito de El Dios de la maquinita

Cada uno de nosotros y nosotras de alguna manera ha intentado dar una oportunidad a Dios para que El nos compruebe que existe. Y es así que suceden historias como esta: Gustavo tenia 7 años y quería de todo corazón creer en Dios así que decidió orar diciendo: “Quiero creer en Ti.  Así que si cuando me levante encuentro un millón de dólares debajo de mi cama voy a creer en Ti ciegamente y nunca más voy a dudar”. De hecho que Gustavo no encontró el millón de dólares; quizá porque el deseo de conocer el dinero era más grande que conocer a Dios pero lo más probable que Gustavo imaginaba a Dios como una maquinita: uno deposita la oración, oprime el botón correcto y el deseo se hace realidad.
Si nos damos cuenta esa concepción es comprensible para un niño de 7 años pero esto puede ocurrirnos a cada uno de nosotros y nosotras creyendo en Dios de “la divina maquinita vendedora automática”, es bueno recordar  lo que Él nos dice: “Clama a mi, y yo te responderé” Jeremías 3:33 y aun nos promete: “Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído” Isaías 65:24.
Nuestra oración no es una moneda que se inserta en una maquinita ni tampoco la fe es un botón que se oprime. Dios no se somete a nuestros berrinches y caprichos. No importa cuánto Gustavo haya orado por ese millón de dólares, ni cuán fervientemente haya creído. De ninguna forma hubiera encontrado ese millón bajo la cama la mañana siguiente, no porque Dios no lo ame o porque Dios no le conteste su oración o tal vez porque no hubiera lugar bajo la cama para tanto dinero, el millón de dólares nunca llego a Gustavo es porque el no estaba orando , estaba deseando.
Este mito de Dios Él de la maquinita celestial para conceder favores y deseos, trasciende más allá de nuestros deseos. Él Dios todopoderoso, el amor hecho carne quiere que lo amemos a Él, no a las cosas, quiere que los busquemos a Él y la búsqueda de respuestas a oraciones negativas, el obedecerle no porque nos dará un millón de dólares sino porque lo amamos y queremos agradarle.
Pero debemos ir dejando de lado este mito de Dios de la maquinita, pues su palabra promete que podamos tener confianza, ya que cualquier cosa que pidiéramos la recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. 1 Juan 3:21-23.
Atrévete a enfrentar este mito leyendo los siguientes versículos bíblicos, los cuales indican las condiciones para responder una oración  que puede ser expresada en una palabra. Inténtalo.
2 Crónicas 7:14
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. 
Jeremías 29:13
“Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”.
Marcos 11: 24
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.
Santiago 5:16
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”. 
Juan 5:14
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye”. 

El mito de Dios El policía cósmico

Muchos de nosotros imaginamos a Dios como el policía cósmico, que vive en medio de las galaxias con un silbato controlando el trafico de las personas en la tierra: diciendo: “Oye tu te estas divirtiendo mucho en esa fiesta… ya es hora de que te vayas”, “Que haces viendo esa película, si solo tienes 15 años y es para mayores de edad” o “No tienen casa para estar besándose ahí en la esquina”.
Y al contrario nos imaginamos al diablo como al clásico hombre rojo con cuernos, cola pero que se divierte mucho, pero nos equivocamos, mas bien el quiere acabar contigo pues busca a quien devorar, pues muchas veces creemos que estos son los placeres que verdaderamente se los debe vivir sin embargo Dios nos propone vivir los placeres eternos y los disfrutes plenamente como lo dice en este pasaje de la Biblia:
“Me mostraras los placeres de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” Salmos 16:11
Te invito a que leas los siguientes versículos para que puedas enfrentar el mito del policía cósmico aguafiestas:
1 Pedro 5:8
“Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda buscando a quien devorar”
 Job 2:1-8
2:1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.
2:2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.
2:3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
2:4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
2:5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
2:6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
2:7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
2:8 Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.”
 Zacarías 3:1
“Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle”.
Apocalipsis 12:10
“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”. 

Averigua lo que crees y por qué

En muchas ocasiones tenemos ideas sobre Dios, Jesús, la Biblia… creemos que estos temas están solamente destinados para personas creyentes o que cada domingo asisten a la iglesia, pero cada uno de nosotros  y nosotras tiene una variedad de ideas a cerca de lo mencionado anteriormente que ha sido formada con el paso del tiempo o por la misma sociedad que piensa así, de manera tal que se van formando mitos a cerca de nuestro Creador, su Hijo y su Palabra que sería muy interesante que las conozcas y puedas comprobar que tal vez también tu creas en algunos de esos mitos.

¿Por qué Monte Moriah?

Sabias que el nombre de nuestro blog significa “Monte de Sacrificio”. La  Biblia nos cuenta la historia que tal vez muchos desconocen pero yo se las compartiré con mucho gusto… La misma esta narrada en el libro de Génesis 22: 1 al 24, y es que Dios le pide a Abraham que sacrifique a Isaac su hijo, en el Monte Moriah, así que este siervo de Jehová decide obedecer a su Señor aunque sea lo más doloroso que puede hacer un hombre con alguien que lleva su sangre, se imaginan la FE que tenia este hombre en su Creador pero el nunca lo abandonó. Y si quieren saber como termina esta historia les invito a leer su Biblia en el capitulo ya mencionado.
Muchos tal vez necesitamos ese monte donde seamos capaces de sacrificarnos, no por una recompensa como el dicho lo dice, sino porque así uno valora todo lo que hace, todo lo que siente y todo lo que ama… Hallar ese monte (un lugar y un tiempo para reflexionar  con nuestro Creador) donde podamos encontrar un refugio a nuestros problemas y en si encontrarnos con Dios, el único que puede brindarnos la recompensa eterna.